Las transformaciones más memorables para un papel!

Ashley no es ajena a los entrenamientos duros, pero gracias a la épica, la escena de la batalla con colmillos en la tercera entrega de la exitosa película de vampiros, tuvo que subir la apuesta y transformar su cuerpo en una máquina sin grasa, quiere decir, de lucha. Para evitar abultar encima de sus 5'5 ", se centró en los tablones de cardio y durante sus intervalos, sesiones diarias de una hora de duración. Y su vena competitiva-luchadora le vino muy bien: Ella motivó a sus compañeros de reparto, desafiándolos a concursos en cuclillas.
Ashley tiene la idea correcta -un poco de competitividad  es una manera segura de conseguir motivar.
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Traducción hecha por mí recuerda dar el crédito si la copias :)